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martes, agosto 11, 2009

Alfredo Jalife-Rahme: Las 865 bases militares de EEUU en 40 países ¿más siete de Colombia?

Por Alfredo Jalife-Rahme - La Jornada, México | IAR Noticias
Según el inventario del Pentágono en 2008, el imperio de EEUU consiste de 865 instalaciones en más de 40 países, con un despliegue de más de 190 mil soldados en más de 46 países y territorios.

En el contexto del neo-pinochetismo hipócritamente tolerado por Washington en Honduras, ahora resulta que la proyectada instalación de siete bases militares de Estados Unidos en Colombia, que provocó masivo repudio en Latinoamérica, constituye la "actualización de un nuevo acuerdo de seguridad" mediante el "arrendamiento" de las bases existentes con el fin filantrópico de combatir a la narco-guerrilla fronteriza, según una ingeniosa interpretación de Obama expuesta a un grupo de reporteros "hispanos" (Reuters; 07/08/09), en vísperas de la desarticulada cumbre del ASPAN en Guadalajara, donde México no tiene nada que hacer ni debió participar desde su calamitosa génesis.

Nadie aprende en cabeza ajena y EEUU repite los mismos errores de la URSS, con "una tríada de consecuencias devastadoras: sobrextensión imperial, guerra perpetua e insolvencia, que llevan a un probable colapso similar al de la anterior Unión Soviética", a juicio de Chalmers Johnson (Diez medidas para liquidar las bases militares de EEUU; Asia Times; 04/08/09).

Chalmers Johnson, profesor emérito de la Universidad de California (San Diego) y prolífico autor de libros notables, coloca en relieve "el imperio global potencialmente ruinoso de bases militares" que acompasa "la larga dependencia en el imperialismo y el militarismo" de EEUU en sus relaciones con otros países, además de “su hinchado establishment militar”.

En paralelo, Floyd Norris, analista financiero y económico de The New York Times (01/08/09), devela que el embarque de bienes duraderos civiles de EEUU se derrumbó mas de 20 por ciento durante la recesión, lo cual hubiera sido peor de no ser por "la creciente producción de armas, que se disparó 123 por ciento (¡súper-sic!) por encima del promedio del año 2000" (inicio del militarismo bushiano que ha incrementado Obama con su máscara de cordero secuestrado por los lobos del Pentágono).

Norris comenta que "todavía EEUU es primariamente una economía civil", cuando “el rubro militar representa alrededor de 8 por ciento de todos los bienes duraderos (en el año 2000 fue 3 por ciento), pero, a nuestro humilde entender, va que vuela a una "economía preponderantemente militar", ya que muchos segmentos de su actividad civil se entrelazan con su consubstancial belicismo, como ha demostrado SIPRI, el excelso instituto pacifista sueco.

Según el inventario del Pentágono en 2008, citado por Johnson, "el imperio de EEUU consiste de 865 instalaciones en más de 40 países", con "un despliegue de más de 190 mil soldados en más de 46 países y territorios".

Johnson expone el caso singular de Japón y la base de Okinawa (por cierto, plagada de escándalos sexuales de los disolutos militares estadounidenses que llevan 64 años ininterrumpidos de ocupación).

Las siete bases militares adicionales de EEUU en Colombia elevarán su total planetario a 872, lo cual no tiene equivalente con ninguna potencia pasada y presente: ¡EEUU invadió literalmente al mundo!

Lo más relevante radica, a juicio de Johnson, en que tal despliegue es innecesario para la genuina defensa de EEUU, amén de provocar fricciones con otros países y su dispendioso mantenimiento global (250 mil millones de dólares por año, según Anita Dancs Foreign Policy in Focus): "su único propósito es brindar a EEUU hegemonía, es decir, control o dominio sobre el mayor número posible de países en el planeta".

A juicio de Johnson, Obama "no se ha percatado de que EEUU no tiene más la capacidad de ejercer su hegemonía global", mientras exhibe su lastimoso "poder económico lisiado", cuando "EEUU se encuentra en una decadencia sin precedente".

Expresa "tres razones básicas" para liquidar el imperio estadounidense: 1. "Carece de los medios para un expansionismo de posguerra"; 2. ”Va a perder la guerra en Afganistán, lo cual abultará más su quiebra”, y 3. "acabar el vergonzoso secreto del imperio de nuestras bases militares".

Propone diez medidas:
1. "Poner fin al severo daño ambiental causado por las bases" y el cese del Acuerdo sobre el Estatuto de los Ejércitos (SOFA, por sus siglas en inglés) que de antemano impide a los países anfitriones ejercer su jurisdicción sobre los crímenes perpetrados por soldados estadunidenses, exentos de toda culpabilidad (en particular, la epidemia de violaciones sexuales en los paraísos militares).

2. Liquidación del imperio y aprovechar el "costo de oportunidad" para invertir en campos más creativos.

3. Lo anterior, indirectamente frenaría el abuso a los derechos humanos, ya que "el imperialismo engendra el uso de la tortura", tan pletórico en Irak, Afganistán y la base de Guantánamo.

4. "Recortar el inacabable listado de empleados civiles y dependientes del Departamento de Defensa", dotado de su lujoso hábitat (albercas, cursos de golf, clubes, etcétera).

5. "Desmontar el mito, promovido por el complejo militar-industrial, de su valía en la creación de empleos y en la investigación científica", lo cual " ha sido desacreditado por una investigación económica seria".

6. “Como país democrático que se respeta a sí mismo, EEUU debe cesar de ser el mayor exportador de armas y municiones del mundo y dejar de educar a los militares del Tercer Mundo (v.gr. militares de Latinoamérica en la Escuela de las Américas de Fort Benning, Georgia) en las técnicas de tortura, golpes militares y servicio como instrumentos de nuestro imperialismo.”

7. "Debido a las limitaciones crecientes del presupuesto federal se deben abolir programas que promueven el militarismo en las escuelas, como el entrenamiento del Cuerpo de Oficiales de Reserva".

8. "Restablecer la disciplina y la rendición de cuentas en las fuerzas armadas de EEUU, disminuyendo radicalmente la dependencia de los contratistas civiles, empresas militares privadas, y agentes que trabajan para el ejército fuera de la cadena de mando y el Código de Uniforme de la Justicia Militar." Cita al respecto el libro de Jeremy Scahill Blackwater: El ascenso del ejército mercenario más poderoso (sic) del mundo (Nation Books, 2007). A propósito, el holandés-estadounidense Eric Prince, fundador dimisionario de Blackwater y neo-cruzado de la extrema derecha "cristiana" del Partido Republicano (muy cercano al bushismo), acaba de ser implicado en un asesinato (The Nation; 04/08/09).

9. "Reducir el tamaño del ejército de EEUU".

10. "Cesar la dependencia inapropiada en la fuerza militar como medio principal para intentar conseguir metas de política exterior".

Su conclusión es realista: "desafortunadamente, pocos imperios en el pasado abandonaron voluntariamente sus dominios para permanecer como entidades políticas independientes y autogobernables. Los dos importantes y recientes ejemplos son los imperios británico y soviético. Si no aprendemos de ellos, nuestra decadencia y caída estarán predeterminadas".

¿Tendrá curación la adicción de EEUU al militarismo por más de un siglo?

1 comentari/s:

Anónimo,  viernes, agosto 28, 2009 8:48:00 a. m.  

Excelente resumen, con datos concretos, del significado de la palabra "imperialismo". Si la superioridad de la ideología capitalista es tal como dicen...¿qué necesidad existe de mantener esta formidable máquina militar de destrucción masiva diseminada por nuestro maltrecho planeta?.

Alegría y rebelión.

Saludos cordiales.
alterglobalizacion

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